El municipio de Melchor Ocampo está situado al norte de los cinco lagos que conformaban el Anáhuac; ahora valle de México, en las laderas norte y poniente de un lomerio antes llamado Zoltepec "Cerro de las codornices" y que era un islote rodeado por las aguas del lago de Xaltocan "Lugar de arañas de arena", ocupando también al norte y poniente, parte del valle que circunda el lomerio antes citado.
Lo que hace que en estos sitios fuera determinante la influencia de todas las grandes culturas que han florecido en la actual República Mexicana, principalmente la de los olmecas, los toltecas y los teotihuacanos, primeros pobladores de estos lugares y de quienes somos herederos directos.
Hacia la tercera década del siglo VII se lleva a cabo el primer movimiento migratorio de uno de los grupos nómadas del norte, arribando a estas tierras en el año macuilli acatl, 5 caña, 691 d. C., por Macuexhuacan y Huehuetocan; estos chichimecas que se autodenominan cuauhtitlanenses vienen de Chicomoztoc "En las siete cuevas", situado en la Hueyi Culhuacan "Gran lugar de los abuelos", al llegar no se establecen en ningún lugar específico y se mantienen vagando por toda la sierra de Tehuiloyucan hoy Teoloyucan, por el norte del lago de Zumpango, los lomeríos donde actualmente se asienta el municipio de Cuautitlán Izcalli y por toda la sierra de Tepotzotlán, padeciendo muchos trabajos y penurias por más de 300 años hasta que llegan a un lugar llamado Huehuecuauhtitlan ahora Cuautitlán donde se establecen y dan principio a su señorío.
En los inicios del siglo XII arriba al Anáhuac otro grupo chichimeca con Tecuanitzin Xolotl como guía, a su paso por estas tierras un pequeño grupo se queda en Xaltocan estableciéndose finalmente en Tenayucan.
Más tarde llegan los acolhuas al mismo lugar y piden permiso a Xolotl para unirse a su pueblo, poniendo a su disposición todos sus conocimientos científicos y tecnológicos. Vienen al frente de este grupo tres jóvenes hermanos: Acolhuatzin, Chiconcuauhtli y Tzontecomatl, provenientes de Teoacolhuacan "Lugar donde se guarda la esencia, la sabiduría de sus abuelos" situado un poco más al norte de Aztlán o Chicomoztoc, en ese lugar se hablaba el náhuatl puro o clásico y se había alcanzado un alto grado de cultura y civilización.
Xolotl se alía con los acolhuas, casando a su hija Cuetlaxochitlco Acolhuatzin, a la segunda de sus hijas, Cihuaxochitl con Chiconcuauhtli y al tercero de ellos con Coatetl, hija de una noble familia de Chalco. Adopta el nombre y la cultura de los acolhuas y al fundar la ciudad de Tetzcoco la declara sede de la Hueyi Tlatocayotl Acolhuacah "Gran señorío de los acolhuas".
Consumados los matrimonios, Xolotl coloca a Acolhuatzin como señor de Azcapotzalco, a Tzontecomatl en Coatlinchan y a Chiconcuauhtli lo envía a estas tierras como señor de Xaltocan.
En los tiempos de Chiconcuauhtli, el señorío de Xaltocan llegó a ser uno de los más extensos, su influencia por el norte llegaba más allá de Tollan, ahora Tula; ya entonces poblado por nahuas ahora llamados otomíes, debido a que Chiconcuauhtli cuyo grado militar era precisamente el de otomitl, a todos los habitantes de su señorío se les conoció con ese nombre genérico otomitin: otomíes u otomites. Los acolhua conocían la tecnología para fundir los metales preciosos y la fabricación de piedras finas, conocimiento que fue difundido en todo el señorío, lo que hacía de los xaltocancas, incluidos los de Zoltepec ahora Tlaxomulco: gente de industria, eran magníficos escultores y alfareros, trabajaban el itztli, obsidiana, con el que elaboran diversos artículos como cuchillos y escultores, que también hacían de piedras, barro y madera.
Se sabe que a principios de siglo era muy común encontrar los mal llamados ídolos por todas partes, que en su mayoría fueron destruidos por los mismos lugareños debido a que la educación (transculturación) que recibieron nuestros abuelos no les permitía tener conciencia de sus actos.
Zoltepec "Cerro de las codornices" donde ahora se asientan los tres pueblos del municipio incluyendo Tultepec que se ubica en la ladera sureste del cerro, estaba poblado de árboles y parvadas de totolin "pavas o guajolotas" y huexolome "guajolotes", al oriente habitaba el cuetlaxtli también llamado xoloitzcuintli, una especie de perro de aspecto muy fiero pero domesticable que era comestible, lo que ocasionó su extinción.
En lo alto y alrededor del cerro se localizaban parajes habitados como: Temacpalco, Cuitlachtepec, Totollan, Ixayoc. Tenopaltitlan, Tlapallan y Acpaxapocan que aún conservan sus nombres originales.
Cuitlachtepec se ubicaba al oriente del lomerio, más o menos por el paraje que ahora conocemos como Zahuento en el pueblo de Tultepec.
Ixayoc se conoció como la gotera, se encontraba en la punta de una cadena rocosa, situada detrás del templo de San Isidro, allí de la parte alta caía una gota de agua intermitente que se conservaba en la superficie cóncava de la roca, aún en los días más calurosos.
Tenopaltitlan es ahora San Francisco Tenopalco, Tlapalallan es ampliamente conocido pues es ahí donde se asienta el pueblo de la visitación con su santuario del Señor de Tlapala.
En el año ce acatl, uno caña, correspondiente al 895 de la era actual, se inició el derrumbe de la cultura tolteca con la salida hacia el mítico Tlapallan de Ce Acatl Topiltzin, uno carrizo, nuestro honorable hijo, más conocido como Quetzalcóatl. Fray Bernardino de Sahagún, en su Historia General de las Cosas de la Nueva España, narra la salida de Quetzalcóatl y de las cosas que en el camino le sucedieron, en su itinerario toca dos puntos que están íntimamente relacionados con nuestra región.
El primero es un sitio donde se coloca junto a un árbol muy alto y muy grueso, dice Sahagún que ahí pide un espejo y que al verse en él exclama caye nihuehue "ya estoy viejo", entonces ponen por nombre a dicho lugar Huehuecuauhtitlan, este es el mismo sitio donde años más tarde se fundará el señorio cuauhtitlanense, ahora municipio de Cuautitlán.
El segundo es el lugar donde descansó, se sentó en una roca y al apoyar sus manos en ésta, sus manos quedaron grabadas como si las hubiese puesto sobre lodo. Desde allí mira hacia Tollan y esto lo hace llorar y sus lágrimas al gotear bien que perforan las piedras, entonces ponen por nombre a este sitio Temacpalco "en las palmas de piedra".
Este sitio es conocido actualmente sólo como las palmas, se localizan en lo alto de la ladera norte de la loma entre Visitación y Tenopalco, es como un pequeño cráter rodeado por el norte de rocas durísimas, en lo alto rodean la boca por el poniente y sur una superficie plana de más de 2,000 metros cuadrados de suelo rocoso perforado, como si sobre él se hubiera salpicado algún ácido cuyas gotas perforaron las piedras.
Por la tradición oral se sabe que en ese sitio había una roca con señales, como de unas manos muy grandes; como si fueran garras, roca que probablemente fue removida de su lugar, pues no a sido posible localizarla.
Desde estas rocas, donde Ce Acatl Topiltzin nos dejó señales de su paso hacia el mítico Tlapallan, se observan más allá del valle (antes lago) que se extiende hacia el norte, dos montes que parecen abrirse, en primer plano el Citlaltepetl "Cerro de la Estrella" a la izquierda, más al fondo otro cerro más alto, probablemente el Xalpan "Sobre la arena", separados de tal manera que es posible observar el valle de Tula.
En el año ce tecpatl, uno pedernal, 1064 de la cuenta actual; en tiempos de Huemac, salen de Tollan los últimos toltecas y a su paso por Teocampan "Sobre el espino grande", uno de los guías de nombre Yaotl (Guerrero) convoca, entre otros, a trece de sus amigos, les pide no seguir a los demás y después de animarlos los asienta en la parte de abajo, detrás de Xaltocan. El lugar exacto donde se establecen no se conoce, pero es muy probable que lo hicieran en la ladera oriental de la loma de Tenopalco en colindancia con Cuitlachtepec por el sitio denominado Acpaxapocan.
El Códice Boturini o Tira de la Peregrinación consigna la llegada de los mexicas a Xaltocan en el año chicome tecpatl, siete pedernal, 1148 d. C. donde permanecen cuatro años, estudiando tanto la cultura de los acolhuas, como la cultura tolteca, luego parten hacia Acallan o Acalhuacan pueblo situado actualmente en el municipio de Ecatepec
Años más tarde los xaltocamecas que por más de un siglo vivieron en paz, entregados a labores industriosas, en estrecha relación con todos los señoríos del Anáhuac, se ven envueltos en uno de los acontecimientos más importantes de ese lugar; el sitio de los mexitin o mexicas en Chapultepec, quienes después de peregrinar por más de 150 años, desde su salida de Chicomoztoc, llegan a Chapultepec en el año chiconahui tecpatl, nueve pedernal, 1228 d. C., sólo que a su arribo al Anáhuac ya nadie los conocía, ya eran un pueblo sin rostro.
Iztacteuctli señor de Xaltocan se ve obligado a combatir a los mexicas; entonces guiados por Huitxilihuitl, que según se dice era hijo de un noble xaltocameca. A esta batalla fueron convocados por los acolhuas de Azcapotzalco fue así como en el año chicoyei tecpatl, ocho pedernal, 1240 d. C., los mexicas fueron saqueados, combatidos y arrojados de Chapultepec.
Quinatzin señor de Cuauhtitlan que también fue convocado se niega a asistir y decide ayudar a los mexicas. Tan luego se entera de que son vencidos y de que les han tomado cautivos, manda que si eran vistos los xaltocamecas, les fueran arrebatados sus cautivos, entre los rescatados se encontraba Chimalaxochitl, hija de Huitzilihuitl.
Posteriormente Quinatzin se casa con Chimalaxochitl y cuando nace el primero de sus hijos, al ponerle nombre dió sentencia y notificó a todos los señores chichimecas para que no fueran más amigos de los xaltocamecas. Fue así como en forma indirecta los mexicas son la causa de que los cuauhtitlanenses inicien un acoso constante a quienes apodan tlilhuipilleque "Las camisas negras", nonohualcas "Hombres de pocas palabras", cozcatecas "Fabricantes de collares". Esto prueba también que eran hombres de industria no belicosos como los de Cuauhtitlan, su sola vestimenta los identifica plenamente, ente ellos se encontraban los habitantes de Zoltepec, lo que ahora llamamos Tenopalco, Visitación y Melchor Ocampo antes Tlaxomulco, incluyendo Tultepec.
Este acoso que dura más de cien años, lleva a que hace poco a poco los xaltocamecas vayan siendo acorralados, obligados a mudar de residencia, cambiando sus linderos que cada vez se reducen más y más. En cambio los de Cuauhtitlan se ensanchan obligados a solicitar a los señoríos de Metzitlan y Tlaxcallan hospedaje y asilo, esto aconteció siendo señor de Cuauhtitlan Xaltemotzin El Viejo y en Xaltocan integraban el Tlahtocan "consejo" los Tlatecuihtli: Pantictezteuctli, Tlaltoctli, Teuctlacozauhqui y Cincuani.
En el año chicome tecpatl, siete pedernal, 1406 de la cuenta actual, Xaltemoctzin es ahorcado por órdenes de Tezozomoctli señor de Azcapotzalco, pero poco antes de morir permitió que un grupo de xaltocamecas a cuyo frente venía el noble Chalchiuh vistara su tierra a la que sólo vinieron a conocer.
Después, por casi cuarenta años quedó despoblado todo este territorio y fue hasta el año chicoyei acatl, ocho caña, 1435 d. C., en que una vez consolidada la Triple Alianza, cuando los tenochcas y tlatelolcas vinieron a señalar la tierra mexica, regresaron algunos que se decían xaltocamecas, los acolmantlacah, los acolhuas, los tenochca y los otomíes, presentándose por todo el territorio en el que ya no se estableció ningún señorío hasta que vinieron los españoles a tener parte en él.
A la llegada de los españoles en el año ce acatl, uno carrizo, 1519 d.C. Aztatzontzin señor de Cuauhtitlan, lo era también de los cuatro señoríos de Tompanco, Citlaltepec, Huehuetocan y Otlazpan y de los arrastraderos de maderas de Toltitlan, Tepexic y Tepotzotlán, por lo tanto también de Zoltepec y del lago que lo circundaba, donde se habían establecido los xaltocamecas que regresaron en 1435.
En los alrededores de Tlacomulco "En el hoyo, en el agujero", se asienta un grupo de descendientes de los acolhuas seguidores de Chiconcuauhtli, después llamados otomíes en honor de Oton como le decían a Chiconcuauhtli, fundando una comunidad llamada Tlacomulco, con dos pequeños calpulli (barrios), Xolapa "Sobre la arena" en la ribera del lago y Tlatelco "En el montículo" hacia la parte alta.
En ese mismo año se inicia también la repoblación de pueblos abandonados, Tenopalco antes llamado Tenopaltitlan, cuya antigüedad se remonta al año de 1297, es ocupado por tenochcas.
En Tlapallan que ya es mencionado en el año de 1345, como uno de los pueblos de Xaltocan ubicado junto a Totollan y Temacpalco se asienta un grupo de tlaltelolcas.
Tal era la situación predominante en la región, al arribo de los invasores castellanos antes de lograr el sometimiento total de los mexicas, desde el éxodo que se inicia en la Noche Triste hasta la pacificación definitiva del país.
A partir de esa fecha el área que ahora ocupa Melchor Ocampo, sería testigo de los peregrinajes que Hernán Cortés hacía constantemente de Naucalpan a Citlaltepec de Tzonpanco donde se hizo fuerte, circulando por estos parajes en varias ocasiones, algunas veces derrotado y otras en plan de triunfo. Como lo confiesa en su tercera carta de relación, fechada el 14 de mayo de 1522, donde narra "y llegamos a una población que se dice Xaltocan, que esta asentada en medio de la laguna, alrededor de ella hallamos muchas y grandes acequias llenas de agua y hacía dicha población muy fuerte, porque los caballos no podían entrar en ella".
Consumada la conquista, el pueblo de Cuauhtitlan con todas sus poblados, entre las que se encontraban Tlaxomulco, fueron cedidos en Encomienda a Alonso de Ávila, uno de los capitanes de Cortés, muy amigo de ruidos, conociendo su inclinación y porque no hubiese cizañas, Cortés procuró enviarlo como procurador a La Española, donde residían la Audiencia Real y los frailes jerónimos, cuando le envió le dió buenas barras de oro y joyas para contentarlo, le dió además para apartarlo de sí, un pueblo denominado Guatitlan (Cuautitlan), para que hiciese bien los negocios. Más tarde Cortés le encarga llevar un cargamento de oro a España y dice Bernal Díaz del Castillo que: "Eyendo el Alonso de Avila su viaje cerca de Castilla; le topó una armada de franceses, en que venía por capitán della un Juan Florín y le robó el oro y la plata y navío y le llevó preso a Francia y al cabo de dos años le soltó el francés".
Al regresar a la Nueva España se radica en Yucatán, en tanto su hermano se encarga de la Encomienda y agrega el historiador que: "Y como el Alonso de Avila estaba en Yucatán y el Gil González (su hermano) en México, vio poder a su hermano Gil González de Benavides para que tuviese en sí y se sirviese del pueblo del Guautitlán... y en aquel tiempo murió Alonso, de demanda para que se diese aquel pueblo a su majestad y sobre este pleito hubo alborotos y muertos que en México se hicieron y desterrados que hubo y otros de mala fama, y si todo esto bien se nota, hubo mal fin, y en peor acabo... el pueblo de Guautitlán se quitó a los hijos del Gil González de Benavides y sobre ello fueron degollados, con ellos justiciaron y desterraron otras personas, otros quedaron con mala fama".
Existen algunos documentos que mencionan una merced fechada en 1565, según ésta, Alonso de Avila puede hacer una venta o mesón, en el camino del pueblo que tenía en encomienda. También existen constancias de asignaciones, por medio de mercedes especiales, a los elementos más destacados en la conquista, entre estos uno fechado en el año de 1583, donde se estipula la merced a Sebastián de Luna de 3 caballerías de tierra, en términos del pueblo de este pueblo en el camino que va de Tultitlán a Zumpango.
En enero de 1587 se dictó un mandamiento para que el alcalde mayor de este lugar, vea 3 caballerías de tierra que pida Juan Bautista en un llano, que está frente a la estancia de Pedro Hernández de Alfaro y que nombra Tenopalco y hacia el medio día hasta el cerro de Tultepec. También el 5 de octubre de 1662, se dió un mandamiento acordado, para que el alcalde mayor de Tepotzotlán, haga las diligencias de un sitio de estancia para ganado menor y 2 caballerías de tierra que pide Pedro Velázquez, en términos de Cuautitlán y el cerro de Tultepec por encima de San Francisco Tenopalco y las dos caballerías de tierra en San Miguel, en unas laderas lindando con tierras de la hacienda de Juan Gómez de Castro.
En esta forma es como se convierten en terratenientes una gran cantidad de individuos, cuyo único mérito consistió en matar indígenas indefensos. Salvo algunas excepciones como los casos en que se asignaron terrenos a los habitantes de determinados parajes como en San Francisco Tenopalco y Tultepec, que en 1618 les otorga una merced al común y principales de este pueblo; sujeto de Cuautitlán, de un sitio de estancia de ganado menor, para pasto de caballos y bueyes y tres caballerías de tierra en la parte donde dividen términos Cuautitlán y Xaltocan hacia el oriente en la punta del cerro y hacia el norte una de las estancias de ovejas de los padres de la Compañía de Jesús, entre los nombres de estos principales encontramos los de Juan de Cotrina, Mateo Pérez de Aguilar y otros como los beneficiarios de esta distribución.
Hacia el año de 1680 se cita por primera vez el pueblo de Nuestra Señora de Visitación antes Tlapallan, donde años antes los frailes plantean un Cristo al que llaman señor de Tlapala, con el fin de eliminar las danzas mexicas que se celebraban en honor del señor azul "Quetzalcotl" junto a las palmas Temacpalco, lugar al que ahora se denomina simplemente La Visitación.
Como consecuencia de estas reparticiones no tardaron en aparecer pleitos y riñas interminables entre dueños reales y dueños simulados, dificultades que se prolongan hasta casi la erección del Estado de México.
Por otra parte no sólo la conquista militar fue significativa, también la religión jugó un papel determinante en la transformación cultural de los indígenas. La conquista espiritual estuvo a cargo del clero regular, dentro de los que se contemplan las siguientes órdenes: los franciscanos, los dominicos, específicamente al pueblo de Tenopalco, quienes pusieron a esta comunidad el nombre de Santo Domingo. Posteriormente con la llegada de los franciscanos y debido a la influencia religiosa de esta orden monástica, haciendo honor a su nombre, impusieron la veneración de la imagen de San Francisco de Asís, razón por la cual se cambió el nombre del pueblo a San Francisco Tenopalco.
En Talcomulco ahora cabecera del municipio, hacia la primera y segunda década del siglo XVII, inician la construcción de un templo que años después dedicarán al arcángel San Miguel. Precisamente en el Tlacomulco, esto hace que el pueblo cambie de nombre y que a partir de entonces se le denomine San Miguel Tlaxomulco; San Miguel del Rincón; como se prueba con el mapa "San Miguel Tultepeque, Cuautitlán", fechado en 1616, presentado por el arqueólogo José Hernández Rivero, en la revista "Mapas antiguos de los pueblos del norte del valle de México" de fecha 3 de mayo de 1998, editada por el H. Ayuntamiento de Tultepec, México.
Con la repartición de mercedes se fue gestando un nuevo sistema económico: denominado Encomienda, que consistía en encomendar a determinado número de moradores para el trabajo de las tierras que pertenecían a los españoles; dentro del sistema de encomiendas, las principales actividades fueron la ganadería y la agricultura, además la explotación de algunas canteras, esto influyó en la determinación del cambio de nombre de la cabecera municipal que hasta entonces se había llamado San Miguel Tlaxomulco por San Miguel de las Canteras. Sus piedras fueron aprovechadas en la construcción de los templos y edificios particulares de la región y en la construcción del tercer piso del Palacio Nacional y parte del Palacio de Lecumberri, ahora Archivo General de la Nación.
En el año de 1762 se llevó a cabo la repartición de las aguas del río San Juan Atlamica entre las haciendas, ranchos y pueblos de esta jurisdicción. A la que asisten don Rafael Solano (gobernador), en unión de Matías Antonio y Esteban Diego (regidores), Pablo Guillermo (alcalde) y Ventura Antonio (escribano) en representación de la República de Tultepec y sus pueblos sujetos San Miguel Tlaxomulco y La Visitación.
En 1821, meses antes de consumarse la Independencia, Pedro Pánfilo Urban vecino de Tultepec, criollo descendiente de encomenderos y guía político de los indígenas que apoyaba la insurgencia de Vicente Guerrero, solicita al virrey Juan O" Donojú, separar de Cuautitlán los pueblos de: Tultepec, San Miguel Tlaxomulco, Santa María de la Visitación, San Francisco Tenopalco, Teyahualco y San Pablo de las Salinas, debido a las excesivas imposiciones tributarias y al mal trato que recibían. Como resultado de estas gestiones, el día tres de mayo de 1821 se concedió la municipalidad de Tultepec, con la integración de las comunidades de referencia.
Al declararse la independencia de la nación mexicana, se lleva a cabo la creación del Estado Libre y Soberano de México en 1824, que conserva las dimensiones de la Intendencia de México. Al promulgarse la Constitución Política del Estado de México, el 14 de febrero de 1827 en la ciudad de Tetzcoco, sede de los poderes del estado, la entidad federativa quedó dividida en ocho prefacturas; la de México quedó integrada por los partidos de: San Agustín de las Cuevas, Tetzcoco, Teotihuacán, Zumpango, Tlalnepantla, Chalco y Cuautitlán al cual pertenece San Miguel Tlaxomulco.
Esta división política subsistió hasta 1833, en que por decreto expedido el 20 de mayo por la legislatura local, se aumentó a once el número de prefacturas, la quinta prefactura del oeste de México con sede en Tlalnepantla, quedó constituida por los partidos de: Tlalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán y Zumpango.
En el año de 1836, en que el país dejó de ser una República Federal para convertirse en central, los estados que integraban la federación pasaron a ser departamentos y el Departamento de México quedó divido en 13 distritos quedando San Miguel Tlaxomulco incluido en el cuarto de Cuautitlán, en 1849 cuando se reimplanta el federalismo, el estado se divide en ocho distritos y Tlaxomulco pasa a pertenecer al cuarto distrito de Tlalnepantla, más tarde en 1855 se forma el nuevo distrito de Cuautla y Tlaxomulco queda en el quinto de Tlalnepantla. Al ser reformada la Constitución Política del Estado de México, el 14 de octubre de 1870 y publicada el 1º de diciembre del mismo año, Tlaxomulco quedó incluido en el distrito de Cucutitlán.
En los años de la segunda república federal (1846-1857), siendo Antonio López de Santa Anna presidente de la república y por decreto de fecha 24 de octubre de 1854 el general presidente autoriza la erección de la municipalidad del pueblo de San Miguel Tlaxomulco, al que se agregan los pueblos de La Visitación y San Francisco Tenopalco. Como consta en la copia certificada que firma Vicente de la Cerna, secretario interino de la Jefatura Política del Distrito con sede en Zumpango, México de fecha 22 de julio de 1867.
El 12 de octubre de 1894, por decreto número 55, la legislatura local autorizó el cambio de San Miguel Tlaxomulco por la municipalidad de Ocampo.
El 16 de junio de 1899 por problemas sociopolíticos y la decadencia económica regional en el estado, el gobierno del general José Vicente Villada, en cumplimiento al decreto número 13 del 4 de mayo de ese año, expedido por la legislatura local, suprime varias municipalidades, entre otras se suprime la municipalidad de Ocampo en el distrito de Cuautitlan y se agrega la de Tultepec, con los pueblos y dependencias que actualmente la forman, con efectos a partir del 1º de junio del año en curso.
A principios del Siglo XX un grupo de ciudadanos liberales de este municipio, encabezados por los señores Andrés Abelino Sánchez y Felipe Pérez Cervantes, recibían amistosamente a los hermanos Jesús, Ricardo y Enrique Flores Magón, a quienes con frecuencia hospedaban en sus casas. Se dice inclusive, que en cierta ocasión los ocultaron dentro del tronco hueco de un árbol muy grande y frondoso, que está en un predio de una familia de aquella época, los Pérez Domínguez, evitando así que cayeran en manos del gobierno federal.
Guillermo Obregón dueño de una fábrica ubicada en terrenos de la hacienda de Guadalupe, quien solicitó una toma de agua de regadío del sistema Atlamica, con capacidad de mil litros por segundo para utilizarla como uso de fuerza motriz. Hizo que Esteban Víquez, juez auxiliar en la municipalidad de Tultepec y originario de San Miguel, convocará a una reunión de propietarios de predios rústicos, dueños de ranchos y haciendas beneficiarios de esta agua, por considerar los graves e irreparables perjuicios que ocasionarían la autorización de dicha solicitud.
En la reunión celebrada el 19 de octubre de 1907, presidida por don Esteban Víquez se acordó defender el vital líquido nombrando para tal efecto, dos comisiones para atender el asunto con la asesoría jurídica del reconocido licenciado Calero.
El 22 de diciembre del mismo año, el jefe político del distrito en unión con las autoridades en turno y vecinos del pueblo colocaron la primera piedra de la barda perimetral del panteón de La Soledad, donde se hizo sentir la participación del teniente Pedro Amaro, nativo del lugar, quien exhortó a todos los presentes para que participaran en la realización y feliz conclusión de la obra.
Es grato el recuerdo de los ciudadanos Antonio Juárez y Valentín Víquez; coroneles zapatistas, que intentaron recuperar la municipalidad de San Miguel inclusive por la fuerza de las armas, yendo a Tultepec caminando por la loma para traer los expedientes relativos a la administración municipal.
Por su parte Andrés A. Sánchez, Pedro Pérez y correligionarios no cesaron en su lucha por derrocar la dictadura de Porfirio Díaz y lograr la restauración de la municipalidad. Hasta que pasados tres lustros, ayudados en su empeño por Tranquilino Salgado, diputado por Cuautitlán originario del mismo lugar y por Malaquias Huitrón, funcionario estatal, lograron por fin la tan ansiada recuperación del municipio.
El 27 de noviembre de 1917, la Legislatura Local del Estado Libre y Soberano de México, por decreto número 18, aprueba se segreguen de la municipalidad de Tultepec, del distrito rentístico de Cuautitlán, los pueblos de San Miguel Ocampo, Visitación y Tenopalco y se erige con los mismos pueblos, el municipio de Melchor Ocampo, con cabecera en el primero de estos pueblos y que en lo sucesivo se llamará también Melchor Ocampo. Siendo el presidente municipal de esta nueva era Andrés Abelino Sánchez Cervantes.
Con motivo de la promulgación de la Ley de Ejidos, por el general Álvaro Obregón en 1920 y que más tarde fue reemplazada por el Reglamento Agrario para la Dotación y Restitución de Tierras a los Pueblos, a partir de 1921 empieza a dictarse resoluciones ejidales para la dotación de tierras.
Dentro de la distribución de tierras llevada a cabo por el gobierno de Plutarco Elías Calles, los pueblos de San Francisco Tenopalco, Visitación y el barrio Jacales, son dotados por 300 hectáreas de temporal afectando la hacienda de Santa Inés, cuya resolución de fecha 24 de septiembre de 1926, publicada el 26 de mayo de 1927, en el diario oficial, les da la posesión definitiva a partir del 14 de junio del mismo año.
Con respecto a la dotación de aguas, la resolución presidencial de fecha 19 de noviembre de 1934, les da la dotación del agua definitiva a partir del 30 de mayo de 1935.
Por su parte, a la cabecera municipal, en el sexenio del general Lázaro Cárdenas se le otorgan tierras ejidales con la resolución presidencial de fecha 20 de julio de 1938, afectando a la hacienda de Jaltipan, fracción de Catalina Coope de Tazzerr; 15 hectáreas de riego, rancho Tlaltepan de Amalia Monteverde; 146 hectáreas de riego, rancho de Villa María, de Aviega y compañía; 105 hectáreas de riego, rancho del casco de Francisco Diego; 151 hectáreas de riego, rancho El Colorado de Nemesio Ríos Gil; 12 hectáreas de riego. En total 429 hectáreas.